——–—Hola, hola, mi gente. ¿Cómo está la energía en esta mañana?
——–»Es bueno saludar y ser saludado, yo sé que esto es un poquitico molesto para algunos, pero créanme que mi intención no es molestarlos ni mucho menos, solo estoy aquí porque me gusta camellar en mi pasión: el arte, el arte de la rima. Mi nombre es John y les vengo a rimar un ratico, así que nada, sin más preámbulos aquí vamos…
——–(Beat: pum pum perff, pump pump perff…)
——–»Buenos días a la señora de mi derecha, que madruga a camellar pa’ llevar la merienda a su mesa; al caballero de corbata, le deseo que le vaya bien en su entrevista, hoy; también a la muchacha de mirada coqueta, que su encanto nunca pierda… continúo deslizando mi rima en esta pista…
——–(Finaliza su presentación).
——–»Bueno, bueno, mi gente, y para terminar les doy gracias a todas las personas por escucharme y tener esta oportunidad de compartir con ustedes mi arte, me gustaría que me pudieran colaborar con algo que tengan en su bolsillo, esa moneda que raya la pantalla de su teléfono; recibo billeteras, muchachas solteras, abrazos, besos y hasta alimentos no perecederos, para llevar el sustento a mi familia.
——–»¡Gracias!, ¡gracias mi gente! ¡Dios me los bendiga! Estas monedas y aplausos son bien recibidos, mi gente; a todos, mucho amor y paz y nos vemos en la próxima con más rimas pa’ deleitarlos. Señor conductor, la buena, mi hermano, por aquí me quedo, gracias por esta oportunidad.
——–»¡¡Ey, Franki!! Socio, ¿cómo va la vaina? ¿Cómo va la venta de las arepas?
——–—Pesado, mi perro, esta vaina está cada vez más dura, más y más gente sale a las calles a camellar y ¿qué me dice de mis parceros que vienen de la frontera en estos tiempos?
——–—¡Sí, así es, mi perro!, para mí también es lo mismo. ¡Ah!, ¡qué áspero, mi perro, la vaina con cualquier camello! Ahora a camellar en el transporte a través del rap; ¡es muy jodido!, la gente ya no le cree a uno, ni le paran bolas a uno, ni mucho menos le votan la liga pa’ uno sobrevivir.
——–»Ese que viene allá va hasta la cien.
——–»¡Buena, Franki! ¡Nos vemos mañana!
——–»¡¡Ehhhh, amigo!! Señor conductor, ¿me deja camellar un ratico?
——–—Hágale, mi chino, pero tiene que pagar el pasaje como todo el mundo.
——–—¡Claro, sí, señor; no hay lío por eso!
——–Ya tenemos las cuatro de la tarde y me hecho tres horas para regresar a la casa, voy a comer algo por aquí pa’ engañar al hambre y ahorrar unos pesos pa’ llevarle algo a mi niña y a Cristina.
——–—¡¡Buenas!! Doña María, ¿me regala ahí una empanada y una gaseosa?
——–—¡Claro que sí, mijo!, ¡cójala no más! ¿Cómo me le ha ido hoy con la música?
——–—Pues será bien, como para no preocuparla, a comparación de la semana pasada esta semana me ha ido mejor. Pero ¿sabe cuál es la vaina?
——–—¿Qué, mijo?
——–—Que la gente ya no apoya el arte local, ya no cree en las nuevas opciones y lo peor es que mucha gente no entiende este arte del rap. ¡Ni qué hablar del gobierno! Uno tiene que rogarles a ellos o estar allá metido días y días en esas cosas que hacen, como talleres y procesos de selección para ayudar al artista, pero yo no puedo darme ese lujo porque debo tener de dónde sacar para darles a los míos y también comer yo.
——–—Sí, eso es cierto, mijo, eso del arte en este país es muy berraco porque la gente no tiene la cultura, pero bueno, ¡¿sabe una cosa?!, hay que seguir caminando y luchando por los que uno más ama y por lo que uno más quiere en la vida.
——–—¡Gracias, mujer! Qué palabras más sabias.
*(Londres, Inglaterra) Caminante de las calles urbanas de los barrios suachunos, quien descubrió en medio de estos viajes el poder de la comunicación y la libre expresión. Periodista fascinado con la magia de la cultura y sus lenguajes, con la vocación de dar voz a aquellos que no tienen.