El rostro de la violencia en Medellín y Buenaventura
Diana Carolina Junco Murcia*
——–El arte colombiano por lo general está permeado por la violencia que se vive en el país, lo cual lo hace un tema normalizado y aburrido para un público que espera encontrar en este, precisamente, algo de arte. En el cine, especialmente, se pretende de alguna manera evadir la realidad o explorar otras, no obstante, tratar como tema la violencia es una oportunidad para que los directores colombianos encuentren nuevas formas de mostrar las múltiples caras de esta. Somos calentura, dirigida por Jorge Navas, y La mujer del animal, dirigida por Víctor Gaviria, a pesar de que se desarrollan en contextos muy diferentes, sus historias nada tienen que ver y tratan el tema de la violencia desde dos puntos de vista distintos, comparten un mismo género: el drama.
——–Somos calentura es la historia de tres amigos apasionados por el baile que viven en Buenaventura. La película nos muestra la historia de cada uno de ellos y cómo la pobreza y la violencia los afecta. Harvey, quien tiene una hija que mantener y una deuda de seis millones de pesos, toma un barco que, ilegalmente, lo llevará a Estados Unidos; sin embargo, la policía le hace una emboscada a la tripulación y él es lanzado al mar, por suerte las olas lo llevan a una playa que no está muy lejos de su hogar. Resignado, vuelve a su casa junto a su esposa e hija. Sus amigos, al enterarse del fracaso de su viaje, le proponen entrar a un concurso de baile para ganar un premio de quince millones de pesos. Por otra parte, tenemos a Steven, un peluquero del barrio que es chantajeado por un traficante al que llaman Albino; por último, Fredy, un joven que se niega a vivir de otra cosa que no sea el baile, su hermano menor, El Baby, quien aparecerá en gran parte de la película, le sigue los pasos a Fredy y se introduce en el mundo de la música empezando como disc-jockey. El baile será una opción que tendrán estos jóvenes para luchar contra el antagonista, Rebook, y los problemas que tienen en su vida diaria.
——–La mujer del animal, por otro lado, es una película que se desarrolla en las periferias de Medellín. Aquí se cuenta la historia de Amparo, una adolescente que escapa del convento donde su padre la dejó. La protagonista busca refugio en la casa de su hermana mayor, esperando tener una nueva vida. No obstante, al conocer a Olga, vecina del barrio y hermana de El Animal, su vida toma un giro que ella nunca hubiera esperado. A lo largo de la cinta vemos como Libardo, más conocido como El Animal, abusa de Amparo, quien es obligada a ser su mujer, en privado y en público, pero nadie en el barrio se atreve a hacer algo porque le temen. Libardo es perseguido por la policía y por ello se traslada con su mujer de un lugar a otro teniéndola en unas condiciones deplorables que, con el tiempo, se van acentuando. Empero la voluntad, la fuerza y la determinación de Amparo la ayudan a defenderse de su esposo y sobrellevar esa miserable vida.
——–El cine colombiano, en lo que se refiere al drama, tiene como tema principal la violencia. Esta se ha venido recreando desde 1915, cuando se estrenó el largometraje El drama del 15 de octubre en el cual se muestra los acontecimientos alrededor del asesinato del general Rafael Uribe Uribe. Desde esos años, hasta la actualidad, el cine nacional ha ido evolucionando de tal forma que no solo se muestra los grandes acontecimientos en los que la violencia azota a las grandes figuras públicas o al país completo, sino que les da voz y rostro a otros sectores sociales. Somos calentura y La mujer del animal tratan de representar la violencia en contextos cotidianos de diversas partes del país con el desafío de empatizar y/o conmover a un público que día tras día vive en carne propia la violencia o la ve de primera mano.
——–En el caso de La mujer del animal, la violencia se enfoca en los pequeños barrios de las periferias. Lugares que son ignorados por el gobierno. No es extraño para los colombianos escuchar sobre el maltrato intrafamiliar, la delincuencia y los maltratos que sufren, comúnmente, las personas que viven en las periferias del país y que son causados por diferentes agentes, aunque, en esta película, es provocada por un solo hombre. Ver y conocer, a través de una pantalla, uno de los muchos casos que ocurren todos los días puede sensibilizar un poco más a los colombianos, porque el cine, y el arte en general, tiene la capacidad de generar una experiencia directa e individual con cada espectador y, a través de este, hacer consciencia de que este tipo de hechos no deben ser normalizados.
——–Uno de los aspectos más destacables de esta película es la figura de El Animal, término que claramente tiene un doble sentido que no solo se refleja en Libardo, sino en el contexto y la actitud de las personas. El Animal, al ser continuamente perseguido por la ley se siente acorralado, lo cual exalta su actitud violenta contra cualquiera que intente desobedecerlo o enfrentarlo, además de estar siempre en continua cacería de muchachas que puedan esparcir su semilla por el mundo. Asimismo, la actuación de los vecinos, quienes se muestran acorralados y sumisos ante un hombre que no le importa asesinar o ser asesinado.
——–El contexto en el que se desarrolla la historia es, desde el primer momento, un llamado de atención al público por las condiciones en las que sobreviven estas personas: casas hechas de madera, cartón y latas que están en peligro de derrumbe por lo inclinado de las montañas en las que se han construido. Son personas de las clases más bajas que se tienen que enfrentar al frío, las enfermedades, etc., por las condiciones en las que viven. Este lugar es una mezcla entre la vida que llevaba el campesino en la naturaleza y un barrio que surge dentro de esta con dificultad y mucho esfuerzo. Este escenario y la excelente fotografía de Rodrigo Lalinde nos lleva inmediatamente a una selva donde solo los más fuertes y los más astutos sobreviven.
——–Por otra parte, la película tiene algunos aspectos negativos como el guion; Víctor Gaviria, quien es a la vez director y guionista de la película, tiene experiencia en el tema de la violencia; sin embargo, me parece que el lenguaje obsceno y crudo, que en un punto llega a ser excesivo, no aporta a la trama de la película, puesto que la sola interpretación de los personajes crea un ambiente tenso y hostil. Además, la película no le da suficiente espacio a las mujeres, más allá de la protagonista, quienes pueden aportar a la trama más realismo y sensibilidad.
——–Considero que el aporte fundamental de esta película es la interpretación de los actores, quienes supieron adoptar su papel y causar en el público la incomodidad que seguramente es necesaria para generar consciencia sobre la situación que viven muchos compatriotas. Pero La mujer del animal puede caer entre las tantas películas que aburren a los colombianos por su excesiva violencia y su falta de trasfondo.
——–A diferencia de La mujer del animal, Somos calentura es una película que permite al espectador, además de presenciar la violencia, disfrutar de la música tradicional del pacífico que se mezcla con las nuevas propuestas del hiphop y la salsa choke, y de las impresionantes coreografías que nos muestran durante toda la película. Si bien las historias de los tres protagonistas están inmersas en la violencia de tal forma que peligra su vida, podemos ver que más allá de unos jóvenes pobres que luchan contra la violencia, se esfuerzan: unos, por tener una vida estable y otros, por demostrar que su pasión les puede servir para vivir.
——–La situación que Harvey, Steven, Fredy y El Baby enfrentan es una realidad palpitante que no solo sucede en Buenaventura, sino en muchas partes del país. A pesar de ser una situación tan repetitiva, la historia de Somos calentura logra cautivar al espectador por la amistad entre estos jóvenes, el amor a la música y la danza heredada que se transforma junto a una nueva generación que está ansiosa por adentrarse en el arte y darle la espalda a la violencia que los asecha.
——–Películas como la de Jorge Navas, director de Somos calentura, resaltan el folclor que se cultiva en las periferias de Colombia y que se intenta rescatar con concursos que motivan a los muchachos a hacer algo distinto a buscar medios peligrosos para sobrevivir. Navas logra que estas dos realidades, la de la vida artística y la de la violencia, que se genera principalmente por las pandillas y los narcotraficantes que residen en el mismo lugar, se complementen, mas no que se contrapongan; en un momento, los jóvenes se pueden estar enfrentando en la pista de baile con Rebook y al siguiente, en la calle.
——–Un aspecto negativo de la historia de estos jóvenes bailarines es que a la hora de unir la historia de Steven, que está siendo chantajeado por El Albino, con la de los otros dos protagonistas que se han visto enfrentados a Rebook, parece que todo está muy forzado, pero esto, a comparación de toda la trama que se despliega en la cinta, es algo menor. Además, Somos calentura es la demostración de que con buenas propuestas artísticas se puede rescatar al país de la violencia, sin importar la situación particular de cada artista.
——–A algunos les puede disgustar que La mujer del animal y Somos calentura tengan un final abierto; sin embargo, me parece muy pertinente porque las personas que viven en este entorno, por lo general, no tienen un final feliz, sino que deben seguir sobrellevando, de la mejor manera posible, su situación. El espectador, a partir de lo que conoce o de su experiencia propia, podrá imaginar los múltiples caminos que cada día se abren o tienen que seguir aquellos a los que el torbellino de la violencia los ha arrastrado.
——–El cine es una de las propuestas artísticas más atractivas para el público en general y es importante que tanto los directores como todo su equipo cinematográfico se preocupen por innovar en este tema tan importante para Colombia. A mi parecer, Navas logra más este cometido que Gaviria, ya que no se limita a mostrar una situación violenta, sino que va más allá de la descripción de esta, profundiza en la vida de los personajes creando, a su vez, empatía entre los espectadores y los protagonistas. Navas crea un interés en el público por el futuro de estos jóvenes artistas y su contexto, Buenaventura, que es rico en paisajes bellos, música excepcional y una cultura distinta y atractiva por su dinamismo, alegría y tradiciones que, si bien conservan su esencia, están siendo renovadas por nuevos talentos que pueden interesar al espectador. Este tipo de propuestas deben seguir incentivándose para que seamos más los colombianos orgullosos de nuestro producto artístico nacional, que aquellos interesados por las películas comerciales que se estrenan con frecuencia en los cines y que no tienen un trasfondo ni un interés por hacer un aporte significativo a Colombia. También espero que cada vez sean más los directores y guionistas colombianos que se embarquen en la empresa de mostrar de una forma innovadora la violencia en nuestro país.
*(Soacha, Colombia)
Admiradora de los cuentos de Cortázar, la poesía de Borges,
las novelas de Jane Austen y Stephen King.
Se embarcó en la difícil tarea de estudiar literatura
en la universidad Autónoma de Colombia
para crear otras realidades y ayudar a otros a mejorar
y mostrar lo mejor de sus creaciones.
Por otra parte, es una amante del cine colombiano e independiente y su estudio,
aunque siempre tenga la mente abierta para ver
cualquier clase de películas con el ánimo de apoyar
a nuevos artistas, como ella misma.