Agua
María Alejandra Roa Bocarejo*




——–A veces en el río de mi cuerpo se me forman remolinos en la panza y en el pecho,
por días, por noches.

——–Erupcionan por los ojos como cascadas tibias.

——–Una vez me inundé y se me formó un coral en las costillas y en la boca del estómago
que me talla cuando voy por la calle.

——–Una vez inundé mi apartamento y pensé que saltando podía llegar a la playa
pero todo era agua afuera,
así que me arrojé a bucear
y llegar a la cueva de mis piernas que aún no siento.

——–Sostuve el aire hasta llegar a los pies.

——–No, tampoco sentí tierra firme.

——–Me ahogué y ya, como peso muerto,
floté al pecho.

——–¡Agh!, otra vez me revivieron las brujas estas.

——–Allí estaban las otras mujeres,
ecos ancestrales de brujas.

——–Me ayudaron a levantarme y pisé la gruta.

——–Adobe, piedras, riachuelos, agua, siempre agua.

——–Nunca está seco por aquí,
pero a veces hace calor y me puedo echar a sentir cómo el agua se seca,
dejando sal pegada,
para lamer.



*(Bogotá, Colombia)
Psicóloga y estudiosa de yoga, meditación,
el amor, la cocina y la escritura.

Oficinista.
Esta es la segunda vez que la publican.
Primera publicación: Cómo es vivir sin alcohol, sin drogas y sin sexo,
Vice, 2017.

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