——–A veces en el río de mi cuerpo se me forman remolinos en la panza y en el pecho, por días, por noches.
——–Erupcionan por los ojos como cascadas tibias.
——–Una vez me inundé y se me formó un coral en las costillas y en la boca del estómago que me talla cuando voy por la calle.
——–Una vez inundé mi apartamento y pensé que saltando podía llegar a la playa pero todo era agua afuera, así que me arrojé a bucear y llegar a la cueva de mis piernas que aún no siento.
——–Sostuve el aire hasta llegar a los pies.
——–No, tampoco sentí tierra firme.
——–Me ahogué y ya, como peso muerto, floté al pecho.
——–¡Agh!, otra vez me revivieron las brujas estas.
——–Allí estaban las otras mujeres, ecos ancestrales de brujas.
——–Me ayudaron a levantarme y pisé la gruta.
——–Adobe, piedras, riachuelos, agua, siempre agua.
——–Nunca está seco por aquí, pero a veces hace calor y me puedo echar a sentir cómo el agua se seca, dejando sal pegada, para lamer.
*(Bogotá, Colombia) Psicóloga y estudiosa de yoga, meditación, el amor, la cocina y la escritura. Oficinista. Esta es la segunda vez que la publican. Primera publicación: Cómo es vivir sin alcohol, sin drogas y sin sexo, Vice, 2017.