Despedida eterna
Kimberly Natalia Márquez
——–La casa que ya ha crecido
conserva en las marcas de su cuerpo
la memoria eterna del Panteón.
——–Toco.
Toco la puerta
blanca como las nubes,
negra como el alma.
——–Entro a la luz de la esperanza:
con un golpe, del martillo;
con un mugre, del cemento;
con una risa… y ¿los niños?
——–Fue joven,
llena de esplendor y gracia,
inquieta, con ojos saltones,
dudosa, viendo crecer.
——–Allí estuvo, ahí se quedó
llena de amor, vacía de todos.
——–Hoy, años encima,
abre su puerta para decir adiós.
Ayer, jovial esquina,
cobija, techo y amor.
——–La abuela —la mayor de las madres—
la entrega con otra ilusión.
La madre —llena de vida—
se despide con mucho dolor.
——–Cierro.
Cierro la puerta
negra como el lucero,
blanca como el recuerdo.